viernes, 19 de mayo de 2023

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Mañana, subiré las escalinatas del observatorio de Moebius para divisar desde su altura el color verdadero de la esperanza. Para manchar el cielo con las nubes de un día nuevo. Para seguir probando en el laboratorio de los astros, las distancias necesarias entre mundos desconocidos. Y en ese ardor de la tarde cercana al sol, correré el velo como un telón cerrado que intenta torpemente amedrentarme. En el observatorio encontraré el espejo de mi alma enfocando sabiamente a una galaxia cercana, testigo del vértigo padecido en masa sobre la superficie terrestre. En un mapa inconcluso de un universo que nunca acaba, trazaré el recorrido de una órbita desconocida para llegar al tesoro que un pirata del espacio escondió. 



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello, este texto Sandra, emociona, gracias

Escribonia dijo...

Salió anónimo pero soy Escribonia, abrazo