lunes, 26 de julio de 2010

cada tanto



Se oye la campana del río,
cada tanto llueve otra vez
y hay que descolgar sequedades,
ofrecer techos y abrigos:
una vez me encontré por haberme perdido,
entonces cambié de ropa y de casa
y de cuerpo para volverme a buscar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

asi como se oyen los pasos del que se va,
si cierras los ojos, a lo lejos podes escuchar
quien viene en su lugar,
a ocupar un puesto, un espacio,
en este mar de rostros y de memorias perdidas,
es como si nunca hubieras estado,
en el vagon de los sueños.....

Muy lindo y llamativo tu blog Sandra,gracias por la invitacion a mirarlo,disculpa el retrazo pero estoy como digo yo entregado a mis otros vicios...cariños desde mi mundo con besito incluido,Miguel Fernandez Medina (Elfs)