sábado, 21 de marzo de 2015

cada tanto...



el olvido es un claroscuro sin recompensa,
sin sermón, sin predicar, sin predicado, sin tiempo;
siesta de versos amarillos en el límite de un aliento;
encierro de los pájaros, orden del fuego;
hoja de ruta de los besos de piedra;
paso de los pesos, frontera del sueño;
un puerto anclado a un desierto;
vértigo de luna, agua en las manos...



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