sábado, 11 de diciembre de 2010

Malos Aires



Salto el andamio después de mi,
las cloacas ascienden como una lluvia rebelada
y de la nada me hago
grito que serpentea en la ciudad vacía;
mis pasos,
la oblicua cabellera que respira,
se hace eco de ataúdes verdes;
me reconozco,
hay un charco en medio de la calle,
un silencio sostiene la atmósfera hechizada,
el aliento se envanece en humo;
fumo como si fuese a parir otra noche,
voy a traer el mar a las ciudades,
rotos espejos del suburbio.

No hay comentarios: