miércoles, 8 de diciembre de 2010
Cuidado que anochece
He decidido desenmascarar a la luna. Puedo ver como pergeña vanidades, como derrota al sol, como aniquila el día y recrudece el espanto; el lobo lo sabe. Todo lo que comienza inevitablemente termina, la luna se mofa de eso. Guarda las miradas de los amantes y de los asesinos, de los que viven a la intemperie y de los que se pasean sonámbulos por sus balcones, de quienes la miran tímidamente por la ventana. No sólo guarda las miradas si no también los pensamientos. La memoria es un suspiro, es un ocaso y ella se aprovecha, está escribiendo un largo memorandum del mundo.
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