13 de Octubre de 2006
Amor mío:
Hoy no llueve, Fidel Castro está muriendo, Anna Politkovskaya fue asesinada, crece la preocupación por Corea del Norte, los demócratas sueñan con la caída de Bush, el presidente de Bolivia defiende a los mineros, mi piel anhela tu piel. Nada más aterrador ni menos doloroso que esta noticia intransigente. Así sin más. Una entrelinea del diario acontecer en medio del naufragio. Mi piel anhela tu piel, un avión se enclavó en el onceavo aniversario, ellos Irán a matar mientras yo me quedo; hay médanos de vértigo pero estoy en una playa desierta esperando tu orilla.
Hoy no llueve y no es el día o la noche sino este insondable silencio que llegará a quebrarse en tus ojos. El espejismo se desviste lentamente y se acuesta a dormir en mis brazos. Estoy cegándome para verte, con este miedo a la oscuridad, con esta torpeza en los labios. Mi periódico dolor te llegará con la noticia más urgente. Hoy no llueve y no es el día o la noche en que te abrazo. Finjo mi ignorancia, cuento un poco las hojas de un libro que pasa como el tiempo, y suplico lo que no existe a un dios invisible que teje con hilos equivocados destinos inciertos. Mi piel pide tu piel y tiene a cambio este espacio deshabitado en el que vivo.
Dos periodistas alemanes fueron asesinados en Afganistán, quieren la renuncia del premier de Budapest, y nada se desarma en mi guerra. Pueden robarse los cartones de la tierra, pero no hay una torre más alta ni una luna más llena que este anhelo prohibido ahogándose. Y no es el día o la noche, pero puedo seguir porque el recuerdo, porque el sueño, porque sí, contra todo y nada. Es que siempre hay un puente para el río y alguien se pierde en el último bosque; y tantas cosas que son y no son en este anhelo casi enfermo hacia ti.
Sand
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